Reflexiones sobre la clase de Desarrollo Personal [PARTE 01]
¡Hola, feliz lunes! El penúltimo post fue de hace casi dos años, lo que podría decirse que durante el 2017 no hubo gran cosa como para ser contada en este blog, pero todo lo contrario. Volví a Blogger hace cuatro semanas, en parte por voluntad propia. La otra parte, les explico, es para dos cursos que llevo en la universidad en este tercer ciclo.
El primer curso cuya actividad semanal es publicar en un blog es Periodismo Interpretativo y de Opinión. Entonces en vez de crearme un nuevo blog, decidí darle un nuevo uso a un blog que tenía abandonado desde el 2011: Un blog de todo para todos (vaya título). Allí encontrarán noticias de corte interpretativo tanto a nivel local y regional (Perú) como a nivel internacional. Cabe añadir que dicho blog es colaborativo, por lo que encontrarán también publicaciones de mis compañeras de equipo.
El primer curso cuya actividad semanal es publicar en un blog es Periodismo Interpretativo y de Opinión. Entonces en vez de crearme un nuevo blog, decidí darle un nuevo uso a un blog que tenía abandonado desde el 2011: Un blog de todo para todos (vaya título). Allí encontrarán noticias de corte interpretativo tanto a nivel local y regional (Perú) como a nivel internacional. Cabe añadir que dicho blog es colaborativo, por lo que encontrarán también publicaciones de mis compañeras de equipo.
La otra asignatura es Desarrollo Personal: Tengo que publicar semanalmente en un blog una entrada donde narraré mi experiencia en el taller (mayormente de dinámicas al principio de la clase) y alguna que otra reflexión personal que haya hecho al término de este. En la primera semana, la profesora trató sobre los valores así que hice una breve reflexión sobre su importancia en la sociedad. A continuación estarán aquellos temas de las siguientes semanas que, por alguna razón, no las he publicado (pero tengo qué, es parte de la calificación):
AUTOESTIMA
-semanas 02 y 03-
La clase de la segunda semana estuvo relacionada con la autoestima, su importancia y el Yo Integral. Así mismo identificamos qué características guardan los componentes del Yo Integral (a través de un cuadro comparativo de alguien con buena autoestima contrastada otra con baja autoestima). La profesora nos pidió reconocer dos cualidades físicas que nos agrada, dos habilidades que somos capaces hacer y por último dos virtudes que poseemos.
La semana siguiente trató sobre la escalera de la autoestima de Rodríguez (1986) y reconocimos las diferencias entre alguien que tiene una autoestima saludable y otra que tiene lo contrario. Finalizamos con plantear, de manera personal, estrategias para mejorar la autoestima a través de cada uno de sus componentes.
Llegué a la conclusión de que es fácil decir mi nombre, edad, cualidades físicas, sobre mi familia y mis gustos, pero es un poco tedioso reconocer en cómo soy internamente, cuáles son mis habilidades y virtudes que me hacen única y valiosa.
A nivel físico, estoy a gusto con mi contextura promedio (ni tan flaca ni tan gorda), sin embargo hay algunas zonas de mi cuerpo que ponen en evidencia mi descuido físico y mi semidescuidada higiene personal. Reconozco que soy sedentaria (una planta, según mi mamá), aunque el único ejercicio que practico a diario es caminar, desde el paradero, algunas cuadras y cruzar el puente para llegar a la universidad y viceversa. Mi alimentación no es del todo balanceada, puesto que no tengo un horario fijo de desayuno, almuerzo y cena, y puede que por eso no controle mi apetito en mis horas libres. Y tampoco tengo un horario establecido de sueño porque duermo entre seis a tres horas debido al celular o la computadora o por hacer una tarea a último momento.
A nivel psíquico, sigo sin regular del todo mis emociones (sobre todo la ira y el nerviosismo), aún me cuesta ocultarlos o disimularlos. Mi sentido del humor está entre lo irónico, casi cayendo al sarcasmo. Ante ciertas situaciones y circunstancias, mi actitud es poco positiva: aunque trato de darle una solución, cuando no sale a la primera o tras varios intentos suelo desesperarme a tal punto de rendirme. En el ámbito académico, reconozco algunas habilidades en las que soy capaz, pero a veces me cuesta seguir el ritmo a los demás por lo que me quedo perdida y estancada.
A nivel social, me gusta pasar tiempo y compartir con mis amigos, con ellos puedo ser yo misma. Mi relación con mi familia es estable, con algunos altibajos. Tengo cierta facilidad para relacionarme con los demás, así como hay ocasiones en las que no (mi rendimiento en los trabajos en equipo es débil, y también me cuesta expresar mis ideas). En la secundaria aprendí que no a toda la gente puedo caerles bien, por lo que debería importarme más en aquellos con los que me llevo bien y les soy valiosa, y no en hacer de todo para ganarme la amistad de aquellos que podrían menospreciarme más adelante. Cada día trato de demostrar el respeto hacia las demás personas con mis palabras y acciones, en todos los ámbitos.
En resumen, podría considerar que mi autoestima está en un punto intermedio, entre lo positivo y lo negativo, pendiendo un poco más hacia lo negativo. Ahora que ya hemos visto el diagnóstico, ¿qué estrategias o medidas concretas tomaré de aquí en adelante?
La semana siguiente trató sobre la escalera de la autoestima de Rodríguez (1986) y reconocimos las diferencias entre alguien que tiene una autoestima saludable y otra que tiene lo contrario. Finalizamos con plantear, de manera personal, estrategias para mejorar la autoestima a través de cada uno de sus componentes.
Llegué a la conclusión de que es fácil decir mi nombre, edad, cualidades físicas, sobre mi familia y mis gustos, pero es un poco tedioso reconocer en cómo soy internamente, cuáles son mis habilidades y virtudes que me hacen única y valiosa.
A nivel físico, estoy a gusto con mi contextura promedio (ni tan flaca ni tan gorda), sin embargo hay algunas zonas de mi cuerpo que ponen en evidencia mi descuido físico y mi semidescuidada higiene personal. Reconozco que soy sedentaria (una planta, según mi mamá), aunque el único ejercicio que practico a diario es caminar, desde el paradero, algunas cuadras y cruzar el puente para llegar a la universidad y viceversa. Mi alimentación no es del todo balanceada, puesto que no tengo un horario fijo de desayuno, almuerzo y cena, y puede que por eso no controle mi apetito en mis horas libres. Y tampoco tengo un horario establecido de sueño porque duermo entre seis a tres horas debido al celular o la computadora o por hacer una tarea a último momento.
A nivel psíquico, sigo sin regular del todo mis emociones (sobre todo la ira y el nerviosismo), aún me cuesta ocultarlos o disimularlos. Mi sentido del humor está entre lo irónico, casi cayendo al sarcasmo. Ante ciertas situaciones y circunstancias, mi actitud es poco positiva: aunque trato de darle una solución, cuando no sale a la primera o tras varios intentos suelo desesperarme a tal punto de rendirme. En el ámbito académico, reconozco algunas habilidades en las que soy capaz, pero a veces me cuesta seguir el ritmo a los demás por lo que me quedo perdida y estancada.
A nivel social, me gusta pasar tiempo y compartir con mis amigos, con ellos puedo ser yo misma. Mi relación con mi familia es estable, con algunos altibajos. Tengo cierta facilidad para relacionarme con los demás, así como hay ocasiones en las que no (mi rendimiento en los trabajos en equipo es débil, y también me cuesta expresar mis ideas). En la secundaria aprendí que no a toda la gente puedo caerles bien, por lo que debería importarme más en aquellos con los que me llevo bien y les soy valiosa, y no en hacer de todo para ganarme la amistad de aquellos que podrían menospreciarme más adelante. Cada día trato de demostrar el respeto hacia las demás personas con mis palabras y acciones, en todos los ámbitos.
En resumen, podría considerar que mi autoestima está en un punto intermedio, entre lo positivo y lo negativo, pendiendo un poco más hacia lo negativo. Ahora que ya hemos visto el diagnóstico, ¿qué estrategias o medidas concretas tomaré de aquí en adelante?
- Seguridad: Confiar más en mí misma. Dejar de compararme con otras personas. Dedicar un momento solamente para mí.
- Autoconcepto: Destacar más mis cualidades que mis defectos; y aquellos defectos tratar de revertirlos a cualidades positivas. Más que nada realizarme a mí misma críticas constructivas.
- Pertenencia: Rodearme de amigos y compañeros que, además de compartir ciertas afinidades, nos ayudemos recíprocamente en mejorar y crecer como personas. No tener miedo para interactuar con otros compañeros de clase y conocerlos más.
- Misión: A corto plazo, practicar el valor de la puntualidad. Programar tanto mi rutina matutina como nocturna, y cumplirlas con regularidad.
- Aptitud: No temer en dar a saber mis ideas y opiniones. Motivarme a mí misma a seguir adelante. Tomar la iniciativa cuando sea necesario.

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